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Julio-Agosto 2011
Julio-Agosto 2011

Mi vida sin ti

Rafael Cofiño Fernández

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Dirección General de Salud Pública Asturias

Rafael Cofiño Fernández

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Dirección General de Salud Pública Asturias

«En lugar de capacitar más expertos en adicciones y en políticas de control de tabaco,
necesitamos generar activistas de base innovadoras y activistas increbantables.
Es decir, necesitamos menos investigación, más franqueza y más acción.»
Alan Blum1

 

El Chato fumaba mucho. Apagaba y encendía un cigarrillo con otro. Y cuando cerraban las luces del albergue de transeúntes aún fumaba varios hasta la madrugada. Carmen preguntaba, medio en broma medio en serio, y sin haber leído a Marmot, si la culpa de fumar no la tendría eso de trabajar de mala manera, cobrando de mala manera, cuidando los hijos de mala manera y sin disfrutar vacaciones ni de buena ni de mala manera. Paco empezó a fumar con 14 años, como casi toda su pandilla. Ahora sigue fumando, aunque está empezando a pensar que es buen momento para despedirse. El tabaco es su humo conductor en el día a día. Laura empezó a fumar porque estaba prohibido y empezó a dejar de fumar porque estaba prohibido. Artemio porque necesitaba algo que echarse a los labios. Sonia porque fuman alrededor. Tino fumaba por aburrimiento. Silvia por placer.

 

El 23 de diciembre del 2010 Rafa Bravo me manda un mensaje por el chat. La salida de la nueva Ley era inminente. Y hay varios puntos que invitaban «a hacer algo». El primer punto: se estaba hablando mucho sobre la normativa, la necesaria protección de la salud del ciudadano no fumador, las incertidumbres sobre el futuro cumplimiento y los mecanismos para denunciar a los infractores de la norma, pero no se estaba hablando demasiado de la oportunidad que supondría la Ley para que mucha gente dejara de fumar. La ley iba a ser un hecho histórico y de una trascendencia significativa. Estamos hablando de un problema de salud pública mucho más importante que otros que habían ocupado noticieros (y fondos públicos) en estos últimos 2 años. La señal de alerta se inicia académicamente en 1951. Publicado en el BMJ, en 19542. Pero sólo 60 años más tarde se inicia una intervención poblacional avalada políticamente –con quejas subjetivas de algunos sectores– y con amplia evidencia científica disponible3. ¿Por qué? Un tema interesante sería profundizar en los motivos por los cuales la canonización de este santo llega tan tarde y la de otros anteriores, de dudosa beatitud y promiscua conducta, fue conseguida de forma mucho más ágil.

 

En este punto, consideramos que era necesario generar un espacio en Internet donde centralizar la información que ya se había elaborado muy correcta (y clonadamente) por diferentes administraciones, instituciones y sociedades científicas. (Re)Ofertar información a la ciudadanía y a los profesionales.

 

El segundo punto era la famosa coletilla de «si necesita dejar de fumar acuda a su médico de cabecera». Algo que resonaba insistentemente en ese último mes del 2010. Consejo que pudiera traducir un buen propósito de centrar la atención en el paciente y en la población, si no fuera porque en este caso podría producir una medicalización compulsiva de una práctica que, en la mayoría de las ocasiones, como bien señalaron Chapman y Mackenzie4, se abandona sin necesidad de intervención médica. Otra cosa es que lo más conocido sean los estudios hechos con fármacos y que por eso, y por publirreportajes varios, tengan más visibilidad que las investigaciones (menos investigadas, menos publicadas) sobre el abandono del hábito de fumar sin necesidad de ayuda médica. Ojo, por supuesto esto no quiere decir que perdamos la visión integral de un problema que necesitará abordajes integrales (y farmacológicos en algunas situaciones, las menos). Sólo es apuntar la importancia de no perder el sentido común y confundir la prudencia científica con los champiñones®5.

 

Con esos dos objetivos nos decidimos a lanzar una iniciativa colaborativa, muy ágil, multiplicativa a través de Internet. Se contactó con varios compañeros que trabajan temas de salud en la red. Muchas de estas personas ya habían participado en Gripe y Calma el año anterior. Se fueron sumando progresivamente otros con amplia experiencia en el tema del tabaquismo y se comenzó a montar la página web y a definir los canales de twitter, facebook y youtube donde se agruparía la información recopilada: guías, folletos, enlaces, material audiovisual, etc. El día 10 de enero apareció Mi vida sin ti (http://www.mividasinti.es). Habíamos perdido algunas horas de sueño y gastado menos de 15 (quince) euros para el dominio.

Mi vida sin ti es un proyecto que no está vinculado a ninguna asociación, administración, institución o sociedad científica/profesional. Pero abierta a todas. Pretende ser un espacio que ofrezca ayuda integral, transparente, ajena a los intereses de la industria, para informar, apoyar y facilitar la decisión de dejar (o no) de fumar. Es una intervención colaborativa entre profesionales que vienen de diferentes ámbitos formativos y laborales. Como en los orígenes de la Atención Primaria, espontáneamente nos juntamos un equipo con diferentes perspectivas.

 

El tercer aspecto clave y que inspira Mi vida sin ti está presente en el nombre y la imagen gráfica del proyecto. El vínculo con el tabaco es un vínculo especial. Es una relación difícil. Arrancamos desde uno de los pilares determinantes de la atención a las personas: la compasión y el acompañamiento. No se trata de una iniciativa «No» ni de una iniciativa «Anti». Es una iniciativa «Con» y «Para».

 

El abordaje del tabaquismo debe hacerse desde una perspectiva global y prioritariamente desde la salud pública. En este abordaje y siguiendo el esquema ya clásico de Diez-Roux6 (figura 1) para el abordaje de los factores de riesgo cardiovasculares, es necesario contemplar y combinar el abordaje de aspectos proximales (poblacionales) y distales (individuales). Es importante hablar de «condiciones de vida» y no de «estilos de vida» (Irigoyen, 2010). Vivir en determinadas condiciones hace mucho más fácil tomar decisiones saludables, algo muy obvio pero a veces olvidado. El Chato, Carmen, Silvia o Paco fuman por algo y dejarán de fumar por algo. La población que lee esta revista fuma menos o puede que haya dejado de fumar más fácilmente que, por ejemplo, la población de trabajadores del puerto de Gijón.

 

En este sentido, la nueva Ley facilitará e incidirá en algunos elementos proximales para mejorar la salud poblacional. Pero es necesario no olvidar otros. El tabaco será historia dentro de unos años. Incidir sobre las causas de las causas es vital para evitar otros problemas que ya existen o que tendremos en un futuro próximo.

 

Alan Blum decía, en 1983, en un número especial sobre tabaco, en el New York State Journal of Medicine, que «escribir editoriales no es suficiente». En la refrescante reseña que escribe para Medicina Social1 y que encabeza esta editorial no está hablando sobre la necesidad de eliminar expertos en adicciones y en políticas sanitarias. No. Dice que ya tenemos bastantes: no hace falta capacitar más. Lo que hace falta ahora es generar y formar activistas, trabajadores, movimiento ciudadano en los intersticios y en las fronteras, para llevar a la práctica lo que académicamente ya sabemos desde hace mucho.

 

Bibliografía

1. Blum A. El tabaquismo y la Revista de Medicina del Estado de Nueva York, una breve introducción. Medicina Social. 2010;5(2):146-50.

2. Doll R, Hill AB. The mortality of doctors in relation to their smoking habits. A preliminary report. BMJ. 1954;228(i):1451-55.

3. Guide to Community Preventive Services. Reducing exposure to environmental tobacco smoke: smoking bans and restrictions. Disponible en: www.thecommunityguide.org/tobacco/environmental/smokingbans.html . Consultado: 01/04/2011.

4. Chapman S, MacKenzie R. The global research neglect of unassisted smoking cessation: causes and consequences. PLoS Med [Internet]. 2010 Feb 9 [cited 2011 Abr 6];7(2):e1000216. Available from: http://dx.doi.org/10.1371/journal.pmed.1000216

5. WHO warms anti-smoking campaigners not to become too close to drug firms. BMJ. 2011;342:d2430.

6. Diez-Roux AV. Residential environments and cardiovascular risk. J Urban Health. 2003 Dic;80(4):569-89.

AMF 2011;7(7);; ISSN (Papel): 1699-9029 I ISSN (Internet): 1885-2521

Cómo citar este artículo...

Cofiño Fernández R. Mi vida sin ti. AMF. 2011;7(7).

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