Caso 2

Fecha de publicación: 15-02-2011

Pregunta 1 de 1

1.ª consulta.Varón de 27 años con mareos, dolor en ojo izquierdo y pitidos en los oídos. Refiere episodio de ansiedad hace un año. No fuma y toma 10 cervezas los fines de semana. Presión arterial: 150/88 mmHg; pulso: 84 puls./min; auscultación cardíaca: normal. Se solicitan nuevas tomas de presión arterial, análisis y electrocardiograma (ECG), y se aconseja restringir la sal y no tomar alcohol.

2.ª consulta.El paciente sigue mareado y con cefalea vespertina. Presión arterial: 133/96 mmHg; pulso: 127 puls./min. Pares craneales, Romberg y exploración de oídos, normal. Los análisis son normales y el ECG con bloqueo de rama derecha. Se prescribe 2,5 mg/día de indapamida.

3.ª consulta. El paciente nota mareo y a veces visión borrosa. Toma la medicación y no ha consumido alcohol. Presión arterial: 120/75 mmHg. La madre dice que el problema es el trabajo (ambos son panaderos), ya que sólo se marea cuando trabaja. Se receta un ansiolítico y se solicita interconsulta con cardiología.

4.ª consulta.El cardiólogo dictamina: hipertensión arterial, mareo inespecífico sin evidencia de origen cardiológico. El paciente se encuentra mejor, pero con mareo y cefalea. Se solicita interconsulta a neurología y se le aconseja cambiar de trabajo.

5.ª consulta.El neurólogo no aprecia patología neurológica. El paciente se plantea buscar un nuevo trabajo y acepta un nuevo fármaco: 20 mg/día de paroxetina.

6.ª consulta.El paciente trabaja de albañil y se encuentra muy bien. Medicación: indapamida 2,5 mg (1-0-0), paroxetina 20 mg (0-1-0) y lorazepam 1 mg si está nervioso. Con posterioridad la enfermera controla la presión arterial y sólo viene a la consulta a por la medicación.

¿Es correcto derivar a los especialistas o no hubiera sido necesario, teniendo en cuenta el problema laboral (contexto social) del paciente?

Las dos interconsultas estaban justificadas.

Las interconsultas no hubieran sido necesarias.

Era pertinente derivar al cardiólogo.

Era pertinente derivar al neurólogo.

Argumento:

Las dos interconsultas estaban justificadas para descartar un proceso orgánico que pudiera tener graves consecuencias para el paciente. Tener en cuenta el contexto social no nos exime de una interconsulta cuando la creemos necesaria.