Ética de la prevención: ¿es mejor prevenir que curar? 3
Pregunta 1 de 2
Petra es una paciente de 86 años, sin limitaciones para las actividades de la vida diaria y sin deterioro cognitivo aparente, que vive sola; toma 7 fármacos orales por los diagnósticos de: artritis reumatoide, neuralgia postherpética, hernia de hiato, HTA y osteoporosis con fracturas vertebrales; usa además parches de buprenorfina, dos colirios y varios tratamientos tópicos. Se detectan con frecuencia problemas de incumplimiento terapéutico y errores.
El médico de familia decide revisar su caso desde el punto de vista de la prevención cuaternaria; lo más sensato sería:
Recomendarle que vaya a una residencia porque cuidarse va a ser demasiado complejo para ella.
Dejar las cosas como están pues bastante hace en sus circunstancias.
Cambiarle el tratamiento a la vía oral y retirar los fármacos que le puedan producir alteración del nivel de conciencia.
Reducir los fármacos a aquellos que le van a beneficiar la calidad de vida con seguridad, facilitando sistemas sencillos de cumplimiento, procurando a la vez el acuerdo de la paciente (el desacuerdo sería contraproducente).
Argumento:
La prevención cuaternaria tiene, entre sus objetivos, identificar a los pacientes en riesgo de sobretratamiento, protegerles de nuevas intervenciones médicas y sugerirles alternativas éticamente aceptables. En los ancianos, a menudo con pluripatologías, es habitual el tratamiento múltiple, con riesgo de interacciones y reacciones graves, que aumentan con cada fármaco que se añada. Prevención será reducir estos riesgos, favorecer el cumplimiento adaptándolo a los recursos de la paciente, y mantener en lo posible las condiciones de autonomía y el consentimiento en los cambios.